Me llamo
Federico, tengo 64 años de edad y vivo en la ciudad de Paysandú.
Trabajo de chofer.
El motivo por el que visité al Sr. Orsi por primera vez fue
porque me diagnosticaron una hernia de disco en la columna. Eso
fue a mediados del año 2000.
No podían los médicos operarme porque los estudios decían que
tenia más posibilidades de quedar inválido que de mejorar.
Para mi ya en ese momento era insoportable el dolor por lo que
tuve que dejar de trabajar.
En la primera consulta Orsi me dijo el problema por el que yo
había acudido a él sin que yo se lo mencionara, además de otros
hechos de mi vida personal. En la mencionada consulta me plantea
someterme a una operación que consiste en la imposición de manos
sobre el aura de la persona. Esta operación fue llevada a cabo
una semana después y duró una hora y media. Durante el tiempo
que duró, yo sentí un calor intenso en la espalda y a su vez
alivio. Parecía que me estuvieran operando realmente porque
sentía tal cual los cortes y que estuvieran trabajando en los
huesos de la columna.
Al incorporarme lo primero que Orsi me dijo fue que chequeara
que no había sido cortado en ningún momento. Hasta el día de hoy
no he tenido problemas de columna y no me han encontrado la
hernia, además he vuelto a trabajar.
En diciembre del mismo año, volví a consultarlo.
En este caso llevaba unos treinta días sin trabajar y con un
problema más grave aún. Orsi me había pedido que me hiciera un
electro cardiograma en varias ocasiones, un día tuve un dolor
intenso en el pecho y decidí realizármelo, pero el médico me
encontró bien y yo me quedé tranquilo.
Consulté inmediatamente a Orsi, y él me dijo que consulte a otro
médico con el mismo examen, para mi sorpresa este médico me dijo
que había tenido un pequeño pre-infarto. De inmediato me
empiezan a hacer estudios, entonces encontraron que las tres
cuartas partes de las arterias de mi corazón las tenía tapadas.
Por el riesgo a los efectos de la anestesia no pude ser operado
y me encontraba en estado sumamente delicado, no podía caminar
una cuadra ni tampoco se me aconsejaba.
Orsi me planteó una nueva operación, y yo inmediatamente acepté
dados los resultados previamente obtenidos. La operación duró
tres horas y media y sentía realmente como si me estuvieran
destapando las arterias, cuando pude verme a mi mismo, tenía
vendajes y tubos de drenaje en el pecho, pero todo era
exteriormente.
Orsi dijo que de 9 a 15 días vería resultados, pero a la semana
ya caminaba hasta cuatro km. por día. He vuelto a trabajar y me
encuentro con salud gracias a Dios y a Orsi que fue su
intermediario. |