Nuestra sociedad nos pide ayuda… ¡Este es un llamado de consciencia para ser útiles!
Hola a todos nuestros asiduos visitantes, y muchas gracias por permanecer en contacto con nosotros a través de sus bonitos comentarios. Esta vez quiero dedicarme de lleno a la sociedad actual, tanto a la sociedad uruguaya como a la que se está manifestando en el resto del mundo. Todos estamos sumergidos en medio de una crisis, pero más allá de la crisis mediáticamente conocida como económica, estamos sumidos en una crisis de valores y vibraciones negativas que transforman a las personas en violentas y vengativas, en agresivas e impulsivas, en personas que no son capaces de reconocer qué es lo que realmente vale y merece la pena dedicar la atención. Los hechos de violencia que ocurren en la calle, en los hogares, en las reuniones y espectáculos, no son producto de la crisis económica mundial, sino que son sembradíos de una tensión permanente en el ambiente que es absorbida y cultivada por cada persona que respira sobre la Tierra. Nadie está libre de un arrebato de violencia porque actualmente ésta ha sido plantada en el subconsciente general como si fuera una bomba que puede estallar en cualquier momento. Nadie está libre en la actualidad de ser una víctima o un victimario en la calle o en su hogar, y más allá de los problemas con las drogas, hay algo peor que está contaminando a los seres humanos y que no los deja ver con claridad qué es lo que está bien y qué es lo que no lo está; cuál es el camino de evolución y sabiduría, y cuál es un camino de perdición y decadencia.
¿Cómo hemos de actuar cuando nos sentimos atacados, desprotegidos, violentados, amenazados, y en definitiva, experimentando todas las formas de temor que se les puedan infundir a las personas que integran una sociedad?
Yo les daré las respuestas y los ayudaré para que los acontecimientos externos no se vuelvan un camino de desesperación y la consiguiente perdición... sino que, como en toda adversidad existe un aspecto positivo, cualquiera de nosotros puede transformarse en la salvación de unos cuantos, sino muchos. Nuestra sociedad está conformada por individuos y por las cosas que esos individuos poseen, y por las que temen sean arrebatadas. A su vez en nuestra sociedad se ha insertado la droga y ha hecho estragos en personas que buscan arrebatar las pertenencias de otros para hacerse de más droga, y hacer eterno el círculo vicioso de "necesito, tomo lo que no es mío, consigo..." Nuestra sociedad está contaminada por un factor mucho más poderoso que la droga, y es el odio, la venganza, los pensamientos de violencia y revancha, el dolor y la impotencia. Nuestra sociedad quedó ciega y cree que la revancha se la darán los que nublaron su visión. Nosotros podemos devolver la luz a nuestra sociedad y devolver la inteligencia a nuestra gente como para que pueda pensar que hay que atacar la causa y no el efecto que ésta provoca. Hay que atacar la toxina del odio para salvar tanto a los damnificados como a los dañinos. Sin que nos demos cuenta, las personas estamos siendo manipuladas con una energía dañina que afecta, por ejemplo: cuando nos provoca malestar y celos o envidia si vemos que un vecino o familiar progresa en algún sentido, en lugar de buscar cómo ser mejores nosotros mismos. ¡Cuidado! Hay personas con poder alrededor del mundo que están fomentando la pobreza a través de la inducción de odio y rechazo a los que han dejado de ser pobres. El poder es valioso cuando es usado para bien a través de la educación y fomentando valores; y no lo es si provoca una separación de clases bien notoria para que en la brecha surja el odio y los enfrentamientos de las partes. Todas las personas tienen las mismas posibilidades de hacer grandes cosas sin importar el contexto exterior, y nadie debiera dejarse engañar con que otros pueden robarles sus oportunidades. Cambiemos hoy mismo los pensamientos negativos, los miedos, la rabia y la tensión. Transformemos la energía que nos contamina en el ambiente con deseos negativos, en una energía viva y nutritiva para que nuestra sociedad cambie y se vuelva plena y feliz; con personas capaces de utilizar su sabiduría para el bien de todos.
Te invito a dedicar todos los días unos minutos a la introspección interior y a la reflexión, meditando para que todos encontremos una luz interior. Te invito a perdonar a todo el que te haya hecho daño y a dejar atrás conscientemente ese hecho. Te invito a vivir en el presente desde hoy en adelante para que no te ataques más con situaciones que no existen más que en el pasado. Te invito a que conozcas a una nueva persona y que le sonrías al espejo para que no te abandone nunca más. Te invito a que tu vida sea una expresión de Gratitud y Bienestar... sin importar qué está ocurriendo afuera.
Porque...
- Si tú quieres vivir la plenitud y estar bien - Si tú quieres ser feliz y sentirte seguro - Si tú quieres experimentar lo mejor de la vida y que nadie te lo pueda arrebatar - Si tú quieres crecer y ser mejor persona - Si tú quieres...Tú Puedes |