La palabra
"Aura" ha sido utilizada desde tiempos inmemorables para
referirse a una aureola luminosa que rodea al ser humano, pero
no fue hasta principios del siglo XX cuando pudo demostrarse
científicamente, tal y como ya aseguraban numerosas tradiciones,
que cada organismo vivo posee un campo electromagnético al que
los científicos llaman "Bioenergía", y que se trata de una
energía electromagnética (al igual que la luz eléctrica, los
rayos del sol, etc.) dotada de ciertos componentes biológicos
(Química Orgánica) que emite distintas ondas de luz según sea su
vibración.
Esta irradiación energética, que nosotros mismos emitimos como
seres vivos, nos rodea permanentemente generando una
luminiscencia imperceptible a simple vista que vibra a
diferentes frecuencias en función de nuestro estado físico,
mental y emocional de cada momento.
Esta emanación energética es particular y propia de cada
individuo. Su captación o reproducción refleja el nivel
energético del cuerpo y el estado interno de la persona,
permitiendo de este modo interpretar de forma global su estado
de salud, su estado anímico y su actividad mental en el momento
presente, así como su tipo de personalidad a nivel general.
Entender la conexión entre nuestro cuerpo, mente y la energía no
sólo es esencial para nuestro bienestar sino también para
nuestro crecimiento personal y espiritual. |